Son gratuitas y no implican línea de crédito. Funcionan como identificadores de cliente que te permiten acceder a promociones, descuentos y programas de puntos. Su uso suele estar limitado a las tiendas de la cadena que las emite. Ejemplo claro: Mi Club Alcampo o la tarjeta FNAC.
Cada tipo tiene su público. Si eres un comprador ocasional, una tarjeta de fidelización puede ser más que suficiente. Pero si compras con frecuencia o realizas compras grandes, las tarjetas de crédito aliadas pueden ofrecer financiación y recompensas que justifican su uso.
Las tarjetas co-brandeadas son una fusión entre un banco y una tienda. Funcionan como una tarjeta de crédito tradicional, pero con bonificaciones y ventajas específicas al usarlas en la tienda que las respalda.
Por ejemplo, una tarjeta co-brandeada de Carrefour y Mastercard permite pagar en cualquier establecimiento, pero al comprar en Carrefour, el usuario acumula mayores beneficios, como cashback o financiación sin intereses.
Este tipo de tarjeta suele incluir una línea de crédito preaprobada y condiciones especiales de pago.
Lo interesante de estas tarjetas es que combinan la flexibilidad de una tarjeta bancaria con la especialización de una tarjeta de tienda. Algunas incluso permiten acceder a seguros de compra, programas de viaje y promociones exclusivas por ser cliente “premium”.
También hay que tener en cuenta que muchas de estas tarjetas ofrecen beneficios “cruzados”. Es decir, aunque pertenezcan a una tienda, pueden ofrecer descuentos en gasolineras, viajes, ocio o suscripciones digitales, ampliando así su atractivo más allá de una sola categoría de consumo.
El éxito de las tarjetas con alianzas comerciales no es casualidad. Estas tarjetas ofrecen una amplia variedad de beneficios que van desde el ahorro directo hasta ventajas en la experiencia de compra.
A continuación, analizamos los beneficios más destacados que hacen de estas tarjetas una opción atractiva para millones de españoles.
» Descuentos exclusivos y promociones personalizadas
Este es el beneficio más visible. Las tarjetas de tiendas permiten acceder a ofertas que no están disponibles para el público general. A menudo, los titulares reciben descuentos personalizados en función de sus compras anteriores.
Esto significa que no solo ahorras, sino que ahorras en lo que realmente necesitas.
Por ejemplo, la tarjeta de Carrefour permite activar cupones personalizados desde la app, con descuentos en productos que compras con frecuencia. En El Corte Inglés, puedes recibir invitaciones a ventas privadas o acceder a rebajas antes que el resto.
Estos descuentos, acumulados durante todo el año, pueden representar un ahorro considerable, sobre todo en categorías como alimentación, electrónica o moda.
Otro de los grandes atractivos de estas tarjetas es la posibilidad de financiar compras sin intereses, o con condiciones mucho más favorables que una tarjeta bancaria tradicional.
El Corte Inglés, por ejemplo, permite financiar tus compras en 3, 6 o incluso 12 meses sin intereses. Carrefour también ofrece pago a plazos con su Tarjeta PASS, algo muy útil para compras grandes como electrodomésticos, muebles o tecnología.
Además, muchas tarjetas permiten dividir los pagos desde la app, eligiendo la cuota que mejor se adapte a tu economía mensual. Esto brinda un control financiero mucho más práctico y personalizado.
Los programas de puntos son otra motivación fuerte para usar estas tarjetas. Por cada euro gastado, se acumulan puntos que pueden canjearse por productos, cheques de descuento o servicios.
En FNAC, por ejemplo, cada compra suma puntos que luego se transforman en vales descuento. En Carrefour, los puntos se traducen en cupones ahorro automáticos. Algunas tarjetas incluso permiten canjear puntos por experiencias, viajes o entradas a eventos.
Este tipo de recompensa es una excelente forma de obtener un valor adicional por tus compras habituales. Y si usas la tarjeta con frecuencia, los puntos se acumulan rápidamente, generando un ciclo virtuoso de ahorro.
Tener una tarjeta asociada a una tienda no tiene por qué ser un proceso complicado. De hecho, una de las razones por las cuales estas tarjetas han ganado tanta popularidad es precisamente su accesibilidad.
Tanto si estás interesado en una tarjeta de fidelización como en una tarjeta de crédito con alianza, el proceso de solicitud es rápido, intuitivo y, en muchos casos, completamente digital.
La mayoría de las tiendas con tarjetas propias ofrecen formularios de solicitud tanto en sus tiendas físicas como en sus sitios web. Los requisitos para obtener estas tarjetas suelen variar según el tipo de tarjeta (fidelización o crédito), pero en general, los más comunes incluyen:
Para las tarjetas de fidelización, no se necesita historial crediticio ni comprobante de ingresos, por lo que prácticamente cualquier cliente puede obtenerla de forma inmediata. Solo se requiere registrar los datos personales y aceptar las condiciones de uso.
En cambio, para las tarjetas de crédito asociadas, es necesario un proceso de evaluación más riguroso. Las entidades financieras realizarán un estudio de solvencia para determinar la capacidad de pago del solicitante.
Este proceso, no obstante, suele ser rápido y muchas veces se resuelve en menos de 48 horas.
Muchas tiendas también ofrecen promociones por hacerte socio. Por ejemplo, al solicitar tu tarjeta podrías obtener un cupón de bienvenida, un descuento directo en tu primera compra o acceso a una venta privada.
Uno de los aspectos más valorados actualmente por los usuarios de estas tarjetas es la facilidad de gestión a través de aplicaciones móviles.
Casi todas las grandes tiendas ofrecen apps propias desde donde puedes gestionar tu tarjeta, revisar tus movimientos y consultar promociones personalizadas.
Estas apps suelen tener funcionalidades muy útiles como:
Además, en el caso de las tarjetas de crédito, muchas apps permiten cambiar la modalidad de pago (de contado a plazos), activar tarjetas virtuales para mayor seguridad en compras online, y recibir alertas sobre promociones especiales.
Por ejemplo, la app de Carrefour permite activar cheques ahorro y consultar en qué categorías has gastado más ese mes. En El Corte Inglés, puedes fraccionar pagos con un solo clic desde la app.
Esta digitalización ha hecho que el uso de estas tarjetas sea más cómodo, seguro y eficiente, incluso para quienes no son muy expertos en tecnología.
La mayoría de estas aplicaciones también permiten guardar tus tickets de compra en formato digital, lo cual es ideal para evitar pérdidas y facilitar devoluciones. Algunas incluso integran programas de fidelización con geolocalización, avisándote de promociones disponibles cuando te encuentras cerca de una tienda participante.
La respuesta corta es sí, especialmente si eres un comprador frecuente en alguna de las cadenas mencionadas.
Las tarjetas con alianzas en tiendas españolas no solo ofrecen descuentos y promociones, sino también herramientas reales para mejorar la planificación financiera y maximizar el valor de cada euro gastado.
Lo más importante es elegir la tarjeta que mejor se adapte a tus necesidades. Si compras todos los meses en Carrefour, su tarjeta PASS o el Club Carrefour pueden ahorrarte una buena cantidad anual.
Si prefieres hacer compras grandes ocasionales, El Corte Inglés te dará opciones de financiación que no encuentras fácilmente en bancos tradicionales.
Y si eres fanático de la tecnología, MediaMarkt tiene opciones que combinan beneficios exclusivos y pagos flexibles.
En definitiva, estas tarjetas se han convertido en una herramienta poderosa para el consumidor moderno. Bien gestionadas, no solo ayudan a ahorrar, sino que también mejoran la experiencia de compra.
Eso sí, como con cualquier producto financiero, es esencial usarlas con responsabilidad, evitar sobreendeudamientos y leer siempre la letra pequeña.